viernes, 16 de octubre de 2015

Palmeral asistió a la tertulia sobre el pintor austriaco EGON SCHIELE, en Centro de Arte

 EGON SCHIELE, pintor expresionista austriaco nacido en 1890,  bohemio, ecologista, ególatra y obseso sexual, se adelantó a su tiempo y murió joven y en olor de genialidad, que no de santidad, pues fue acusado de corruptor de menores con motivo,  e incluso de  incestuoso, según indicios no probados que le llevaron de entrada y salida sin cargos a prisión preventiva en la que permaneció tres semanas y posteriormente fue condenado a tres días de prisión y a la quema inquisitorial de uno de sus  dibujos obscenos.
  Rebelde sin causa o con ella, su vida afectiva y familiar fue problemática. Hijo de ferroviario y amante de los trenes, por sus dotes naturales para el dibujo ingresó con dieciséis años en la Real Academia de Bellas Artes de Viena, pero tres años después abominó de la enseñanza academica y se fue a estudiar por su cuenta. Discípulo y amigo de  Gustav Klimt del que adquirió influencia,  nunca se sabrá a lo que hubiese llegado en la pintura europea de haber vivido algo más de los veintiocho años a los que murió a consecuencia  de la  llamada “gripe española” que se llevó a veinte millones de europeos en 1918. Pese a su temprana muerte, dejó cerca de cuatrocientas pinturas y varios miles de dibujos, entre ellos cien autorretratos,  que son lo mejor y más representativo de su obra por su originalidad en el retorcimiento de la línea, de la que se sirvió para captar las más procaces  escenas de sexo explícito por medio  de  inverosímiles escorzos posturales.
 Con todos esos ingrediente, la opinión de los tertulianos hablantes y de la mayoría de los silentes que aprobaban o descalificaban gesticularmente, se mostró controvertida y apasionada: uno lo calificaban de genio y otros, los menos, de procaz, pornógrafo y discreto pintor, aunque si excelente dibujante, a la vista del libro que nos mostró el culto enciclopedista de arte Ramón Rodríguez, que era el único que conocía en profundidad al pintor austriaco, aunque una de las contertulias, Loles Guardiola  habia visto obra de él en el Guggenheim de Bilbao y otro, José Andrés Aznar, en Ámsterdam.
 En fin, una sesión de la tertulia para recordar  y sin lugar a dudas para enganchar a los tres nuevos tertulianos que acudían por primera vez y mostraron su sorpresa y admiración por la profundidad intelectual y los conocimientos  artísticos de “los tres tenores” que llevan la batuta e inician  el preludio sobre el  que se sustenta la sinfonía de concordancias y disonancias que le confieren a las tertulias  rigor  en los turno de la palabra y agilidad  transversal en las réplicas y apostillas de los interviniente, muy lejos en todos los sentidos de la jaula de grillos  en las que se desenvuelven  las tertulias pornopoliticas  al uso en la televisiones.
 Y con el acuerdo de todos, el próximo jueves día 22 de octubre, estudiaremos la vida y obra de IGNACIO PINAZO CAMARLENCH, pintor valenciano, maestro de Sorolla.
Carlos Bermejo
Comentarista de la AAA
Alicante, 15 de octubre de 2015