lunes, 27 de abril de 2015

Filial del Museo Ruso en Málaga

El escaso conocimiento que se tiene en España del arte ruso se limita a dos periodos concretos: iconos y vanguardia. Entre las tablas recubiertas de pan de oro —la representación de Dios en la tierra— y las vanguardias —con las que los artistas desafiaron el orden establecido y buscaron lenguajes más personales— hay un enorme vacío. El Museo Ruso de Málaga se ha inaugurado este miércoles para llenar de contenido ese lapso que se extiende desde mediados del XVIII hasta principios del XX. “Hemos colgado mucho arte del siglo XIX porque es el periodo más desconocido de nuestra historia en Europa y porque queremos que venga mucha gente a verlo”, explicó el pasado martes en Málaga Eugenia Petrova, vicedirectora del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, una macro institución que nació hace 119 años como una escisión del Hermitage y cuenta actualmente con más de 400.000 obras repartidas en cinco palacios, que estrena su primera sede en España. Junto a nombres archiconocidos en el panorama artístico internacional de principios del XX como Kandinsky, Malevich, Chagall, Rodchenko o Tatlin la primera filial europea del Museo Estatal Ruso ofrece un recorrido por su Historia del Arte en el antiguo edificio de Tabacalera de Málaga, ciudad que se ha propuesto convertirse en referente cultural en España y que en tan solo una semana sumará a su ya atractiva oferta —museos Picasso y Carmen Thyssen y Centro de Arte Contemporáneo— dos nuevos templos para el arte: el Centre Pompidou [que se inaugurará este sábado] y el Museo Ruso. La ciudad acogerá la nueva sede por un periodo de 10 años, renovable por otros tantos